Con motivo de la conmemoración del 169 aniversario de la Constitución de la República Dominicana y dentro del programa de actividades de la exposición Duarte: Visiones colectivas en espacios vinculados, el Centro León realizó un Encuentro con la Memoria, con el Dr. Cristóbal Rodríguez, quien hizo un análisis comparativo entre la Constitución de 1844 y la de 2010, resaltando sus diferencias y similitudes.

Juan Pablo Duarte, redactó la primera Carta Magna de la República, de la cual únicamente se conservan 10 páginas. Según el Dr. Rodríguez, Duarte tenía un sólido conocimiento en asuntos constitucionales y gracias a sus viajes al extranjero, conocía algunas constituciones de carácter liberal y democrático, así como también el pensamiento de los principales teóricos del constitucionalismo.

Sin embargo, al margen de los esfuerzos del Padre de la Patria por tener un proyecto donde se registraran las leyes que regirían los actos de los gobernantes y gobernados, y el destino del recién conformado Estado Dominicano, Duarte no pudo defender su proyecto. El 6 de noviembre de 1844 cuando se conformó la asamblea constituyente para aprobar dicho proyecto, éste fue enviado al exilio por Pedro Santana.

Gracias al documento manuscrito que aún se conserva se ha podido conocer parte de los principios que planteaba el Patricio. El reconocimiento de los derechos de los seres humanos dentro de un marco político sujeto a límites, evitar la concentración del poder, la irretroactividad de la ley, reconociendo que ésta sólo puede intervenir hacia el futuro, son parte de los postulados del proyecto constitucional Duartiano.

Al abordar la Constitución reformada del 2010, el Dr. Rodríguez destacó que esta representa la antítesis del pensamiento de Duarte, principalmente por los elevados niveles de concentración de poder que ésta propicia. Además, de no permitir separar la justicia de la política partidaria y mostrar una falta de compromiso con la democracia y las instituciones.

Asimismo, Rodríguez resaltó que la Constitución podría representar tan sólo un documento sin voluntad propia, y que la esencia de la misma se encuentra en la determinación de quienes la aplican bajo el ordenamiento estatal sujeto a una lógica de equilibrio de los poderes. Que debería servir para que la educación no sea sólo un postulado, para que la salud sea realmente un derecho, para hacer ciudadanos más felices y con libertad, entendiendo que la libertad es hacer todo lo que les plazca sin hacer daño a los demás.

Es por eso, y muchas otras razones, que el Dr. Rodríguez considera que la constitución actual está en deuda con el ideario Duartiano. Lo que hace pensar que es muy probable que la suerte de la República Dominicana sería muy diferente si en lugar de la Constitución del 2010 fuera la de 1844 la que estuviera vigente.

Esta actividad y todas las actividades del programa educativo de la exposición Duarte: Visiones colectivas en espacios vinculados, son realizadas gracias a los auspicios de la Fundación Eduardo León Jimenes, Cervecería Nacional Dominicana, Corporación Zona Franca Industrial de Santiago, Cementos Cibao, Fundación Huáscar Rodríguez H., Embajada de los Estados Unidos de América y La Monumental de Seguros.

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