En un recorrido conducido por especialistas se apreció el valor histórico, arquitectónico y patrimonial de las construcciones funerarias.

A propósito del Día de los Fieles Difuntos, el Centro León ofreció un recorrido por el Cementerio Municipal 30 de Marzo, guiado por el historiador Edwin Espinal H. y el arquitecto Harold Paz, en la tarde del sábado 20 de noviembre, el cual fue seguido por 39 participantes.

Espinal introdujo brevemente la historia de la apertura y evolución del cementerio, comentó las tumbas más significativas a nivel histórico y anécdotas que reflejan la idiosincrasia de la ciudad y sus habitantes en los últimos dos siglos.

En tanto, Paz comentó los aspectos arquitectónicos del camposanto, las características notables de los cementerios católico y cosmopolita (antecedentes del cementerio general de la actualidad) y la distribución de tumbas. Identificó 8 tipos arquitectónicos, de los cuales resaltó que las tumbas tipo nicho son muy propias de los enterramientos dominicanos y que no aparecen en otros cementerios caribeños.

El recorrido contó con los aportes del arquitecto Cuqui Batista, participante del recorrido y autor de panteones como los de las familias Zeller Mera y Fondeur Victoria, ejemplos notables de la arquitectura denominada brutalista. Sobre esta última, Batista comentó que «Para darle permanencia decidimos esa tapa que se desplaza. Y tiene sus asienticos para sentarse a llorar».

Tanto Espinal como Paz coincidieron en que, al tratarse de un cementerio activo (que todavía recibe enterramientos), se aprecian muchas variaciones de tumbas, mausoleos, panteones y nichos que enriquecen el aspecto patrimonial y lo convierten en un museo a cielo abierto.

Durante el recorrido se entregó un material impreso que propone una ruta de visita por el camposanto e identifica fotográficamente tumbas y mausoleos relevantes como Anselmo Copello, Cipriano Mallol (más antigua y, por tanto, barón del cementerio en la tradición popular), José Manuel Glas, Ercilia Pepín, José Batlle, el obelisco de Johann Bischoff, entre otras personalidades y familias.

El público hizo preguntas y comentarios aprovechando a los especialistas, además de identificar otras tumbas relacionadas con familiares y ascendientes en común.

 

Cementerio 30 de Marzo

El Cementerio Municipal Calle 30 de Marzo tiene sus orígenes en la reubicación en el espacio actual del cementerio ubicado frente a la Iglesia Parroquial Mayor, hoy Catedral Santiago Apóstol, en una fecha anterior a 1844. Incluye en sus contornos los cementerios católico y cosmopolita (este último para difuntos de otras religiones y no creyentes) que se integran en el siglo XX.

Por sus características, comprende patrimonio artístico, arquitectónico, histórico e intangible de Santiago de los Caballeros.

Como apunta el historiador Edwin Espinal H. en el texto de mano entregado durante el recorrido, esta necrópolis brinda una visión particular de la sociedad santiaguera de finales del siglo XIX y el siglo XX a partir de su amplia gama de monumentos funerarios de distintos estilos, reflejo a su vez del proceso migratoria recibido por la ciudad y cómo su impronta deja sus huellas a través de los estilos arquitectónicos y sus inscripciones lapidarias. En estas tumbas y mausoleos descansan los restos de variados personajes de la historia local y nacional y entre los cuales se entretejen testimonios orales y rituales mágicos relacionados con el vudú dominicano; en especial el Barón del Cementerio.