El director general del Centro León, evocó la importancia para el Centro León del emplazamiento de la obra Sugar de Sacha Tebó en el patio interior de la institución.

Angelines, Delia, amigos de Sacha que nos acompañan esta tarde, señoras y señores: Todos los momentos de la vida de Sacha Tebó estuvieron marcados por la búsqueda de armonía y paz, de manera sencilla y sin ruidos. Hoy nos alegra recordar su gran respeto por las personas, por todos los seres vivientes y por la naturaleza en general. Sacha le daba una gran importancia a cada persona que conocía transmitiéndole siempre algún mensaje constructivo, alguna inquietud sana. Siempre hablaba bien de los que le rodeaban y si le dolía algo, prefería callar.

Yo conocí personalmente a Sacha después de haber apreciado su maravillosa obra artística. Un buen día, él se me acercó sonriente y, con cara de asustado, me pidió una cita para conversar sobre un ingenioso proyecto en la frontera domínico-haitiana. Por ahí comenzó una amistad muy especial, una interrelación de emociones y saberes, que influyó notablemente en mi vida y en mi trabajo.

Desde mucho antes de que el Centro León se inaugurara, Sacha Tebó fue un entusiasta solidario de este proyecto y lo nutrió con sus acertados comentarios y sugerencias a partir de su vasta y experimentada carrera de diseñador de espacios y manejador de la segunda y la tercera dimensión.

Fue tan grande su identificación con esta institución que ofreció, en calidad de préstamo, su relieve escultórico “Ave César” deseando siempre estar presente en esta plataforma hacia el Caribe que es el Centro León. Por jugadas del destino no pudimos materializar junto a Sacha la entrega de esta genial obra, pero todos los documentos formales quedaron debidamente establecidos para este fin.

Hoy, la generosidad de Angelines y los demás herederos de Sacha nos permiten recibir con gran regocijo la obra Sugar, instalación que resume y refleja a la vez a Sacha y al Caribe, porque tanto Sacha hay en ella, como Caribe en su trabajo.

Para la Fundación Eduardo León Jiménes constituye un profundo honor haber sido depositaria de este trabajo tan importante y lo recibe con el compromiso de cuidarlo, conservarlo y ponerlo a disposición de todos los públicos a través de los programas expositivos y didácticos del Centro León.

Gracias Sacha por permitirnos ser copartícipes para multiplicar y difundir tus ideas estéticas y humanas a través de Sugar.

Gracias a Angelines y demás herederos de Sacha Tebó por confiarnos este patrimonio cultural.

Gracias a todas y todos por acompañarnos esta tarde.

REY