El presente trabajo audiovisual se realiza bajo la producción del Museo del Hombre Dominicano y la dirección de Pedro Guzmán Cordero en el año 1981. Cuenta con la importante participación del folklorista e investigador cultural Fradique Lizardo. En este, se desarrolla una importante caracterización regional del carnaval dominicano partiendo de las propiedades estético-históricas de la máscara, en tanto objeto simbólico.

Fradique Lizardo introduce la pieza mientras narra parado desde un balcón de la ciudad de Santo Domingo algunos antecedentes sociales e históricos de la festividad, colocando especial acento en las relaciones aún vigentes de dicho pasado con la contemporaneidad del momento en que se hizo el presente registro. De manera particular, puede hablarse de la Europa medieval y del ambiente clerical como marcos sociohistóricos matrices para lo que detonaría en una variabilidad incalculable de expresiones posteriores.

Siendo el diablo el personaje protagónico del teatro popular de matices religiosos del carnaval, se establece su mitificación y manifestación como la fuente primordial de inspiración para el objeto de las máscaras. Tradicionalmente, este elemento se fabrica haciendo uso del barro y del papel modelado.

De entre varios estudios de caso con respecto a la elaboración de máscaras, se presenta el personaje del Lechón, propio de la ciudad de Santiago de los Caballeros. El mismo, presenta en su construcción diferenciaciones visuales dependiendo del barrio o la comunidad al que pertenece, de manera puntual, los barrios de Los Pepines y La Joya.

Por su parte, las ancestralidades pertenecientes a la herencia de los sujetos esclavizados provenientes de África se posicionan como un elemento relevante a destacar para la construcción de una imaginería del carnaval y por supuesto, de sus máscaras.