Acuerdo entre Universidad Leiden de Holanda y Centro León permite obtener nuevos y valiosos datos.

El desarrollo científico tecnológico de las últimas décadas está impactando en los más diversos ámbitos, entre ellos la investigación arqueológica. Tecnologías que en el siglo pasado resultaban costosas, hoy son más asequibles y también han surgido otras que permiten el análisis profundo de piezas arqueológicas, aportando nuevos datos y nuevas miradas a las colecciones de museos y archivos. La ciencia es verdadera aliada de la investigación académica en los campos de la arqueología y la antropología, entre otras disciplinas.

De este lado del mundo, para profundizar en los estudios de tipo arqueológico resulta indispensable la colaboración con instituciones extranjeras. Es el caso del acuerdo entre la Universidad de Leiden y el Centro León de Santiago de los Caballeros.

Las colecciones en la historia

Desde los inicios de las colecciones de piezas consideradas raras, extrañas, poco comunes o simplemente exóticas, el ser humano ha mostrado un evidente interés por agrupar con criterios unificados, determinados objetos. Con el tiempo estas formas de acumulación se transformaron en colecciones, y quienes las sostenían en coleccionistas. Más tarde pasan a los museos y galerías, donde se fueron especializando por temas, por tipos de objetos y por períodos históricos y estilísticos, incluso.

El museo como institución, desde la mitad del siglo XVIII, se convierte en un lugar de información, diálogo, preservación y puesta en valor del patrimonio cultural de los pueblos y soporte fundamental del sistema educativo.

El coleccionismo responsable

Conservar, estudiar y divulgar es la función del coleccionismo responsable. Los tesoros de la humanidad contienen información valiosa que es necesario transmitir. Curadores, investigadores, museógrafos, educadores y comunicadores, son quienes deben poner a hablar cada pieza. Fuera del contexto museográfico una pieza dice poco: es solo cuando entra en un diálogo procesual, es decir, como parte integrante de procesos sociales, históricos y culturales, que adquiere su verdadera dimensión objetual y documental.

En la museografía actual, las piezas deben ir acompañadas de un guion explicativo para transformarse en documento vivo de un pasado, de una realidad social o de un contexto cultural determinado. En el Centro León, las piezas arqueológicas provienen de importantes colecciones donadas por: Bernardo Vega, Gustavo Tavares Grieser, Rafael Esteva y Salomón Jorge. La curaduría de estas colecciones contó con la sapiencia del doctor Marcio Veloz Maggiolo.

Convenio en el marco de un proyecto

El Centro León asumió el estudio científico de su colección de arqueología en los primeros meses del 2018, gracias a un convenio con la Facultad de Arqueología de la Universidad de Leiden, Holanda. La asesoría de Leiden confiere a esta investigación un carácter académico de gran valor, por la reputación de esta facultad europea y los estudios que realiza en la región caribeña, bajo el proyecto Nexus 1492.

Sin omitir los aportes hechos por los estudios arqueológicos de tiempos pasados en la isla de Santo Domingo y otras partes del Caribe, la investigación a profundidad de la colección de arqueología del Centro León, pretende confirmar algunas tesis, ampliar otras, sugerir nuevas hipótesis y adelantar interpretaciones que completan las investigaciones realizadas.

Dos expertos en arqueología, investigadores a su vez del equipo de la Universidad de Leiden, Jorge Ulloa y Roberto Valcárcel, dentro de los alcances contemplados en el Proyecto NEXUS 1492, junto a otros especialistas de la Universidad de Leiden que circulan con frecuencia por la colección y el área de depósito de las piezas, se integraron con el personal especializado del Centro León para explorar nuevas perspectivas de análisis. Nada deberíamos temer, pues solo el rigor científico permite llegar al fondo de la verdad histórica.

Sus resultados, podrían no solo redefinir el manejo de hechos históricos con los aportes de la arqueología, sino también, reinterpretar procesos, crear nuevas teorías e hipótesis y generar otras sobre la interacción entre los aborígenes, los europeos y los africanos durante el período colonial.

De igual modo, se podrán correlacionar mejor la colección arqueológica con la colección de etnografía del Centro León, y entre ambas, los procesos de continuidad histórica que se siguen dando. Otro aporte será enriquecer el trabajo de catalogación ya realizado por los curadores en una fase inicial de su puesta en valor.

Arqueólogos visitantes

Desde el inicio de los estudios en enero 2018 hasta la actualidad, la colección de arqueología del Centro León ha sido visitada por expertos internacionales como la doctora Raquel Carreras Rivery, especialista en maderas patrimoniales, y los arquitectos Esteban Prieto Vicioso y Virginia Flores. Igualmente, el arqueólogo Adolfo López, la doctora en arqueología Joanna Ostapkowicz, de la Universidad de Oxford; Arlene Álvarez, directora del Museo Regional de Arqueología de Altos de Chavón; el arqueólogo Manuel García Arévalo; el doctor en arqueología Eduardo H. Malatesta, investigador de la Universidad de Leiden; el arqueólogo Jaime Pagán de Puerto Rico, que trabaja con la Universidad de Leiden también, y la doctora Dominique Bonnissent, conservacionista del Ministerio de Cultura de Francia, entre otros, han valorado positivamente este esfuerzo y se ha producido un valioso intercambio profesional como resultado de estos estudios de arqueología.pi

En todo momento, con apego a los estándares internacionales en el manejo de colecciones y los protocolos acostumbrados en estos casos, se ha permitido el acceso de los investigadores al depósito de bienes culturales de la institución. Así mismo, las piezas no son intervenidas con materiales invasivos que impacten negativamente sobre su estado de conservación actual.

Nuevas tecnologías

Basados en la arqueometría, que permite relacionar varias técnicas de estudio sobre las piezas (sobre todo no orgánicas), la medición con calibre digital, uso de fotografía digital de alta resolución e incorporando escalas gráficas, entre otras técnicas, se ha profundizado en el estudio particular de las piezas, encontrándose nuevas informaciones que enriquecerán la arqueología dominicana.

El proyecto y sus fases

El proyecto está concebido en cuatro fases y cuatro años, con informes por etapas del avance de los estudios y un libro que reunirá los mismos al finalizar el proyecto. Se acompañará de una exposición demostrativa de la relación entre un estudio científico de una colección y su impacto en la museografía a partir de la información obtenida.

– Fase I, Precolombina. Indaga en cómo impactó y modificó las formas de vida de los pueblos en la isla de Santo Domingo luego de 1492, sobre todo en la región noroeste.
– Fase II, Africana. Se adentrará en la presencia africana desde sus objetos dejados como legado histórico. Esta arqueología relaciona frecuentemente la etnografía y arqueología, pues muchas de sus expresiones son cultura viva hoy.
– Fase III, Cultura taína. Lo taíno, más allá de su extinción, de su ausencia actual, sin la tainidad, no se entiende la dominicanidad.
– Fase IV, Diálogo entre exposiciones. La puesta en valor de la colección, sin duda, será impactada por las nuevas informaciones, enfoques, propuestas y visiones, lo cual ampliaría las opciones del relato de carácter museográfico.

El coleccionismo responsable, que ha asumido el Centro León, tiene entre sus tareas, primeramente ordenar y catalogar su colección, registrarla como tal y abrirla a los públicos. El paso de comprometerse en un estudio científico de la misma resulta imprescindible, para orientar el estudio y las múltiples maneras que pueden aprovecharse sus resultados en beneficio del conocimiento acerca de los orígenes de nuestra cultura. De ahí su importancia social, educativa y académica.

Carlos Andújar
Antropólogo. Coordinador de Cultura del Centro León