Centro León

La publicación recoge los artículos publicados por Mirabal bajo el seudónimo de Antonia González en el periódico La Información (1989-2020). 

El Centro León fue escenario para presentar el libro Crónicas sin tiempo, de doña Marcela Montes de Oca de Mirabal, en un acto celebrado el miércoles 8 de septiembre.

La presentación del libro estuvo a cargo del médico y escritor Jochy Herrera, mientras que Rafael Emilio Yunén comentó el prólogo que escribió para la publicación.

Pedro Domínguez Brito compartió la semblanza de la autora y, parafraseando a Miguel de Cervantes, dijo que «hoy tenemos una escritora con un gran juicio y un gran conocimiento».

«Esto es Marcela Montes de Oca y Antonia González, que han vivido contándose cosas, preguntándose otras y desafiándose mutuamente», expresó Yunén sobre la compilación de artículos. «Este libro demuestra como una mujer logró abrirse caminos en medio de una selva de hombres, para hacer sentir su voz de manera limpia y clara», concluyó.

Herrera apuntó que «en lenguaje sencillo, con frecuencia apertrechada de conveniente picardía y sarcasmo, y en otras, casi siempre, blandiendo un sutil y crítico optimismo, comenta remembranzas, tragedias y alegrías de los hombres y mujeres que habitan el terruño y también la de sus congéneres, esparcidos por todos los rincones de los continentes».

En su turno, doña Marcela de Mirabal agradeció a patrocinadores, colaboradores en la publicación, su familia, al Centro León y La Información. «Jamás imaginé que esto sería el detonante para iniciar en la actividad de escribir con cierta frecuencia, de situaciones, acontecimientos y algunas reflexiones personales», dijo anfitriona de la tertulia El oficio de la palabra, sobre el origen de sus artículos.

Crónicas sin tiempo es un libro que recoge los artículos publicados por Mirabal bajo el seudónimo de Antonia González en el periódico La Información (1989-2020). Contiene ilustraciones de las artistas Myrna Guerrero, Quisqueya Henríquez, Thelma Leonor, Gina Rodríguez y Mayra Jhonson.

La velada finalizó en el Patio Caribeño, con música en vivo y una degustación de alimentos y bebidas alegóricos a San Pedro de Macorís, ciudad de nacimiento de Mirabal, lo clásico y lo popular; con músicos de Santiago bajo la dirección de Rafelito Mirabal, hijo de la autora.