Karina Mélendez - Centro León

Centro León y Casa de Arte organizaron esta excursión a la celebración que por más de un siglo ha mantenido la familia Guillén en Yamasá.

Los hermanos Guillén guardan a San Antonio desde 1904. La tradición familiar ha resistido el tiempo, la tecnología y otros factores propios de la globalización. Amigos Centro León y público en general tomaron la ruta hacia Yamasá, Monte Plata para participar de la Fiesta de San Antonio Negro de los Hermanos Guillén.

La celebración se realiza el domingo más próximo al 13 de junio, día de San Antonio. Cuando la delegación santiaguera arribó al poblado, apenas iniciaba la procesión desde la iglesia hacia el patio familiar de los Guillén.

Los hermanos Ramón, Manuel, Jesús y Esteban Guillén, preservan la tradición al irse acompañando de sus hijos y sobrinos, quienes encabezan junto a ellos la caminata, entregan y reciben el santo: una ceremonia que conserva su mística a pesar de la agresión tecnológica que sufre. Las personas con cámaras fotográficas y dispositivos móviles, más que acercarse para documentar, se incrustan en el ritual.

Vestidas de blanco, un grupo de niñas toca panderos y danza durante la procesión, otro grupo toca palos en una de las enramadas, otro entona perico ripiao; en otro espacio un grupo danza al ritmo del gagá. Y así la muchedumbre se va moviendo de un ritmo a otro y va creciendo mientras las horas pasan.

La delegación de Santiago aportó cultura y música con la presentación del grupo Tipipalo, bajo la dirección de Rafael Almánzar, director de Casa de Arte. También participó el Ballet Folklórico de Santiago y una representación de lechones dirigidos por José Reyes.

 

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