Tertulia Caribeña. el Patio Caribeño del Centro León se debatió sobre el destino del merengue típico y el papel que jugarán en él las acordeonistas.

Sydney Hutchinson nació en Arizona y estudió piano clásico, pero de niña oyó los acordeones que tocaban los emigrantes mexicanos y ese sonido cambió su vida para siempre. Luego, mientras estudiaba etnomusicología en Nueva York, descubrió el eco que le sacaban los dominicanos al instrumento. A partir de ese momento Sydney tomó por los senderos que la llevaban hasta el corazón del merengue típico. Así fue que llegó a Santiago de los Caballeros. El Centro León celebró la Tertulia Caribeña “La mujer del acordeón” para que Hutchinson hiciera un repaso de su estancia en República Dominicana, donde recibió clases de Rafelito Román y compartió experiencias y escenarios con los que hacen hoy el merengue típico. La India Canela y Rafelito Román acompañaron a la etnomusicóloga acordeón en mano. El estudio de Sydney incluye también una valoración sociológica de los ambientes donde se gesta el ritmo musical, desde el machismo predominante, hasta “Yo aprendí a tocar el acordeón a escondidas –confesó La India Canela durante el diálogo con el público–, mi padre no quería aceptar la idea de que el merengue típico era mi vida”. El acordeón, la tambora y la güira fueron los que concluyendo el encuentro. Sydney, La India y Rafelito tocaron y bailaron junto a un público que disfrutó lo mismo de las discusiones que de la voz y la maestría de los artistas. “El merengue típico se mantiene vivo –concluyó Sydney– por su herencia y por los aportes que le hacen los jóvenes”.

CV