Visita comentada, sesión de biodanza y un taller de creación de piezas tridimensionales fueron parte del programa de actividades que acompañaron la muestra.

La mañana del sábado 27 de enero estuvo cargada de actividades destinadas a despedir la exposición Amaya: lo humano, lo natural y lo lógico y reflexionar sobre los temas presentados por la artista Amaya Salazar en el jardín este del Centro León.

Este último encuentro reunió a amantes del arte y de la naturaleza, ofreciéndoles una variedad de experiencias en torno a las esculturas que conforman la muestra.

El evento comenzó con una visita comentada, donde los participantes exploraron las piezas de gran formato con la orientación de mediadores. Continuando con una sesión de biodanza, a cargo de la didacta Renate Nuernberger, que permitió a los presentes relajarse y conectar con la naturaleza a través de la expresión corporal consiente, combinando música y movimientos.

A seguidas, en un momento de preguntas y respuestas con la artista, esta afirmó sentirse muy agradecida por la acogida del Centro León, y que, por tal razón, ha donado a la institución Arecaceae, una de las cuatro obras que componen la muestra.

La jornada concluyó con un taller de creación de piezas tridimensionales utilizando materiales naturales, dirigido por el artista visual Wally Vidal.

Josefina Álvarez, encargada de atención al visitante, dio la bienvenida a los presentes y Awilda Reyes, coordinadora general de Extensión Cultural, guio la actividad.

 

Sobre la exposición

Amaya: Lo humano, lo natural y lo lógico estuvo abierta al público desde el 19 de octubre de martes a domingo de 10:00 a. m. a 7:00 p. m. hasta el domingo 28 de enero del 2024.

La muestra reveló la creatividad de la artista Amaya Salazar a través de cuatro esculturas de gran formato, concebidas para habitar los jardines del Centro León.

Estoica, una maternidad de resina y hierro que celebra la feminidad y la constante elevación de la mujer; Arecaceae, palma en horizontal creada a partir de formas geométricas; Reto al futuro, juguetona, tenaz, segura e independiente, esta es la adolescente que se presenta entre dos planos que simulan una puerta o ventana; y Avatares del tiempo, este árbol y los círculos que forman parte de su entorno, representan el ciclo de la vida constantemente cambiando y resistente.