Con motivo de la importante donación de dibujos y pinturas de Ángel Haché por su esposa, maestra de la pintura dominicana, Elsa Núñez, ha sido un placer pronunciar en la Mediateca del Centro León, algunas palabras, dedicadas al talento polifacético de un artista, que se ilustró en el teatro -entrega profesional sobresaliente como director, actor, y profesor-, en el cine –siendo guionista, actor productor y realizador- e igualmente en las artes visuales, sus temas, sus técnicas, en particular el dibujo.

Durante cinco décadas, un extraordinario oficio y habilidad cubrió infinitas propuestas y preocupaciones estéticas, explorando casi siempre la figura humana, representación que extendió al arte sacro y una intensidad trascendental, pues Ángel Haché era un hombre de fe, en la religión, en el trabajo, en la vida.

A pesar de su discreción y reserva en los asuntos personales, contrastando con su toma de posición firme y valiente en el campo social, educativo y artístico, a pesar de una actitud desinteresada por todo lo que le concernía, Ángel Haché vivió una motivación absoluta, su amor por Elsa Núñez, la gran compañera durante más de 45 años, compartiendo sus responsabilidades y sus ideales, en fin su itinerario por el tiempo, el hogar y la creación.

Centrándonos en las obras donadas, nos referimos particularmente a la colección Figuras de Cartón, realizada en 2013, simbiosis de poesía, dibujo y pintura, que pueden considerarse su obra maestra; de la inspiración y concepción a las cualidades técnicas. Esta serie es también la expresión más contemporánea en el arte de Ángel Haché. En técnicas mixtas, que acentúan collage y pintura, siguen impresionando las quince imágenes, visualizadas a partir de un poema escrito en 1965.

Aquí, el dibujante maneja, con acierto y cautela, los pigmentos pictóricos y los incorpora, sutil y eficazmente, en su incomparable oficio de anatomista en blanco y negro. Maestro en el desnudo masculino y femenino, presenta a sus criaturas casi siempre hieráticas, como símbolos de la condición humana, pura y descubierta, desde la primera imagen y los primeros versos. Cabe señalar que cada obra lleva como título, los versos que Ángel Haché trasciende en trazos, pinceladas y encolados.

Recordando este período histórico de la lucha dominicana, la escritura poética gestó el discurso plástico. Versos e imágenes transmiten el sacrificio y la muerte de héroes anónimos, la valentía y la fragilidad de los justos, finalmente el renacer de esperanzas. La conmoción anímica del artista liberó magistralmente las energías pictóricas, desgarradoras y desgarradas: disfrutamos la habilidad de Ángel Haché en la figuración y sus múltiples configuraciones dentro del espacio.

“Afirmarse como director teatral requiere a la vez reinventar un texto y proyectarlo a plenitud, transformar a los actores en personajes, superponer la ficción dramática y la creación de un mundo”. Así habíamos presentado a Ángel Haché, hombre de teatro, ejemplar y exigente. Cabría decir casi lo mismo del artista de Figuras de Cartón: aquí, al reafirmarse como pintor y dibujante, él reinventa un texto suyo, lo proyecta a plenitud, transforma las palabras en personajes, superpone la ficción poética y la creación de un mundo visual.

Ahora bien, Ángel Haché se ha distinguido, aunque con una menor frecuencia, en la “pintura/pintura”, compartiendo hasta series pictóricas con Elsa Núñez. Descubrimos signos de identificación distintos: riqueza de la paleta, diversidad de las gamas de colores y tonalidades, variaciones del pigmento y la materia.

En Canto a la naturaleza, conjunto que incluye las pinturas donadas, la materia pictórica alcanza densidad y espesor, sugiriendo estructuras minerales, profundidades acuáticas, penetrando en las entrañas de la tierra, o la textura se aligera, cuasi transparente, evocando formaciones coralinas y floraciones encendidas.

De un cuadro a otro, Ángel Haché, obviamente fascinado, viaja por los reinos de la naturaleza, su realidad y su fantasía. La flora y la fauna se encuentran, se mezclan, se transforman. El hombre está ausente: ¡una merecida ausencia por su papel destructor!

Marianne de Tolentino
Crítica de arte

Ángel Haché (San Pedro de Macorís, 1943-Santo Domingo, 2016)
Canto a la Naturaleza VIII. 2010
Medios mixtos sobre tela
61 x 91.7 cm
Donación de Elsa Núñez
Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales