La Fundación Casa Amèrica Catalunya trabaja para tender puentes y reforzar los vínculos que unen a América Latina y el Caribe con Catalunya. Con estos mismos planteamientos y objetivos nacía en la ciudad de Barcelona en 1911 esta entidad, próxima ya a su centenario, con el nombre originario de Casa de América de Barcelona.

Nuestra Fundación entiende la cultura como una de las herramientas más eficaces para conocer y acercar las realidades de uno y otro lado del Atlántico. Mediante una oferta que, entre otros, incluye exposiciones, jornadas, espacios literarios y musicales, debates o ciclos documentales y cinematográficos, Casa Amèrica Catalunya apuesta por ser un complemento de cooperación cultural americanista con otras instituciones y un puente de acción exterior en el co-desarrollo de los países del ámbito iberoamericano. En una Catalunya del siglo XXI con una importante presencia de ciudadanos y ciudadanas de los distintos países de la comunidad iberoamericana de naciones, nuestra institución practica hoy una acción abierta a la participación, al diálogo intercultural y a la integración, reconociendo siempre los orígenes de las personas.

Casa Amèrica Catalunya se embarcó en la aventura transatlántica de La Huella Catalana en el Caribe, de la mano del Centro León y conjuntamente con el Institut Ramon Llull, hace ya dos años, plenamente conscientes de la importancia y oportunidad de trabajar juntos en un programa cultural de esta envergadura. Armado desde la complicidad de tres instituciones distintas, La Huella Catalana en el Caribe busca evocar y sobre todo aprender de un pasado colectivo común: el legado que los catalanes dejaron en el área caribeña, reabriendo así una etapa de la historia emigrante catalana que tuvo mucho más calado que el conocido hasta hoy. Más allá del ampliamente difundido y reconocido ámbito económico (enmarcado en la expresión “fer les amériques”, cuya traducción literal sería “hacer las américas”), la influencia catalana abarcó muchos más aspectos, desde el político hasta el arquitectónico, pasando por el artístico, social y académico.

La inauguración de la exposición fotográfica Wifredo García: Peculiares obsesiones es la primera acción de este programa catalán-caribeño, que tiene su punto de arranque en República Dominicana, recorre con otras acciones Puerto Rico y Cuba, para concluir en tierras catalanas. La historia del catalán Wifredo García Domenech pertenece al Caribe. Y lo más destacable es que, como en tantos otros casos de ciudadanos y ciudadanas de origen catalán, Wifredo pertenece a la historia del Caribe incluso antes de su nacimiento. Su abuelo y su madre, ambos catalanes, formaron parte del tejido social, cultural y laboral de República Dominicana, país que dejaron atrás en 1930 para regresar a Catalunya. Wifredo García Domenech nació así barcelonés, pero a los 11 años regresó a una tierra familiar que él todavía no conocía. En República Dominicana creció y se formó; y desde entonces fue parte indiscutible de este país caribeño. Wifredo García es por tanto tan catalán como dominicano, y simboliza a tantas mujeres y hombres que construyeron futuro desde su origen, alejándose del Mediterráneo y adoptando el azul del Caribe como propio. A principios de 2010, Wifredo García: Peculiares obsesiones viajará a Barcelona. El artista dominicano, el fotógrafo catalán, estará de vuelta en casa. Y será la primera vez que exponga su obra en Barcelona, su ciudad natal. Con él, arrastrará una memoria colectiva catalana-caribeña que este programa cultural pretende destacar: la de aquellos catalanes que decidieron construir país más allá del suyo propio y que hicieron del Caribe su identidad.

Tomado del libro Wifredo García Peculiares Obsesiones.