A manera de preámbulo de la exposición Voces y visiones: Selecciones de la colección de El Museo del Barrio, Carlos Andújar, Sara Hermann y Mercedes Martínez dialogaron sobre esta tradicional celebración.

Tradiciones y creencias populares de dos pueblos de Latinoamérica (México y República Dominicana) para venerar y recordar a los fieles difuntos, fue el tema de la Tertulia caribeña del pasado miércoles 2 de noviembre, donde se comentaron las diversas costumbres, símbolos, canciones y rituales que sirven para conmemorar cada año el arribo del 2 de noviembre. Dos altares, uno basado en la tradición mexicana y otro en la dominicana, fueron realizados en el Patio Caribeño para que el público pudiera apreciar toda la riqueza que tienen este tipo de celebración y los puntos en común o las diferencias que adquieren de un país a otro.

Mercedes Martínez, educadora mexicana que reside hace varios años en el país, afirmó que “el culto a la muerte en México es una forma de manifestarse a través del arte, el canto, la poesía y los juegos”. Mertínez explicó que los altares están formados por objetos que son realizados durante todo el año para esta ocasión, tales como esqueletos de charamusca, artes de papel cortados como figuras, elementos que sirven para adornar los altares que veneran a los fieles difuntos. Según Mercedes, estos altares están compuestos por una mesa con mantel de color llamativo, pan de muerto, además de las bebidas, las comidas, y la música favorita del difunto. El dulce de calabaza (auyama), as calaveras dulces y el incienso nunca faltan en estas celebraciones.

En República Dominicana, a diferencia de México, el día de los fieles difuntos es una celebración familiar de veneración y recordación a los muertos. Según el antropólogo Carlos Andújar “consiste en pequeñas ofrendas, visitas al cementerio para ordenar limpiar y compartir un momento con el espacio del difunto: la tumba”, Andujar explicó también que en conmemoración a este día se ejecutan cánticos religiosos y salves, se rezan oraciones, se hacen despojos para liberar el cuerpo de alguna energía negativa y responsos para reverenciar al muerto y hacer alguna que otra petición. Los altares más comunes para esta celebración son los túmulos, que tienen una estructura de 3 niveles: aire, fuego y agua.

Un análisis del tema de la muerte en el arte latinoamericano y, sobre todo, en el mexicano, estuvo a cargo de Sara Hermann, Artes Visuales del Centro León, quien se refirió a las obras de José Guadalupe Posada, el artista que se hizo célebre por sus dibujos y grabados sobre la muerte desde el finales del siglo XIX. Posada ejerció una influencia determinante en las obras de importantes artistas como Diego Rivera, Humberto Spíndola, Liliana Felipe y Santiago-Hoge.

Piezas alusivas a esta importante celebración serán presentadas en la exposición Voces y visiones: Selecciones de la colección permanente de El Museo del Barrio, New York, USA., que abrirá sus puertas al público a partir del martes 8 de noviembre de 2005.

Noelia Arias

{gallery}noticia1766{/gallery}