Tempranamente el Caribe sirvió de trampolín de Europa hacia el continente americano, en función de los intereses de las metrópolis. 

Esta situación se prolongó durante siglos y, aun hoy, las comunicaciones entre los diferentes países caribeños son inexistentes.Además, los diferentes sistemas económicos y políticos de la región, a pesar de los recientes esfuerzos por reagruparse, no han logrado favorecer los intercambios interCaribe.

Una necesidad de compensar esta fragmentación geográfica, histórica y social, se manifestó con la creación de organismos que, en primer lugar, agruparon a los países anglófonos, como CARIFTA (Caribbean Free Trade Association, en 1968) y el CARICOM (Comunidad del Caribe), antes de extenderse a todos los estados con la AEC (Asociación de Estados del Caribe, creada en 1994). Además, a fin de remediar este aislamiento secular, las instituciones culturales se dedicaron a crear puentes, como vamos a comprobarlo.

Tomado del Libro Trenzando una Historia en Curso, Arte dominicano contemporáneo en el contexto del Caribe

Michele Dalmace, Crítica e investigadora de arte.
Catedrática de la Universidad Michel de Montaigne, Burdeos